Yo nunca he sido así, tan alargado,
nocturna calle estrecha en que me sigo,
y nube sobre el hombro, como un líquido.
jose C Gallardo
Fallece en Buenos Aires el poeta granadino José Carlos Gallardo
Miembro de la generación de Versos al Aire Libre, el autor se exilió en 1957, aunque siempre llevó viva a su ciudad a través de los versos de cada uno de sus poemas
Mal día | |
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Hoy se me ha levantado el alma |
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Copyright © José Carlos Gallardo
El poeta granadino José Carlos Gallardo falleció ayer a primera hora de la mañana en su casa de Buenos Aires, según comunicó su familia. Autor de más de sesenta libros entre poemarios y novelas, Gallardo residía en Argentina desde que en 1957 decidiera abandonar su ciudad natal, aunque nunca renunció al placer de volver a ella. De hecho, y por expreso deseo del poeta, sus restos serán incinerados en sus dos hogares: la mitad será esparcida en la Alhambra, mientras que la otra mitad se quedará en la capital argentina.
Miembro de la llamada generación de Versos al Aire Libre, en la que también se encuentran poetas como Rafael Guillén, Ladrón de Guevara o Francisco Izquierdo, Gallardo escribió en sus 83 años más de sesenta libros entre poemas y novelas. En una de sus últimas publicaciones, Memorias en voz baja, plasmaba sus recuerdos a su tierra, propició precisamente el reencuentro con su ciudad. "Yo quería que este libro fuera como un certificado de procedencia granadina. Pretendo que las personas sepan que soy granadino por los cuatro costados", reivindicó hace tan sólo cuatro años en una entrevista a este diario.
Aunque Gallardo se marchó de Granada hace 51 años, nunca ocultó una profunda nostalgia de sus calles, amigos y bares. "Siempre que regreso aquí creo que es la última vez. Pero siempre regreso. Huí de aquí, de Granada; huí de allí, de Argentina, y huí de cualquier parte en la que me encontrase. Pero mis raíces siguen siendo granadinas, aunque ya también tengo algo de argentino. Yo considero que sigo estando a caballo en la línea del Ecuador entre Granada y no Latinoamérica, sino algún lugar que tengo en la mente", decía a menudo.
En la vida de Gallardo no han faltado anécdotas personales de todos los colores. A su llegada a Argentina, un grupo de poetas le tomó por franquista y trató de hacerle el vacío como escritor, lo que le obligó a leer en público sus poemas, que pronto todo el mundo tildó de "revolucionarios".
Partícipe en multitud de antologías de poesía en lengua española, Gallardo ha sido distinguido con numerosos reconocimientos a su obra, entre los que destacan el Premio del Ayuntamiento de Valencia por su libro Derrame cerebral o los premios de la Feria del libro de Almería, Ciudad de Granada, González de Lama o Ciudad de Jaén.
Escritores de una y otra orilla manifestaron ayer su profunda tristeza ante la muerte de José Carlos Gallardo. Con él se marcha una voz valiente y adelantada a su tiempo que se enfrentó a la distancia con la cercanía de alguien que nunca quiso renunciar a su identidad; aunque sus estremecedoras palabras permanecerán inalterables con el paso del tiempo.
Miembro de la llamada generación de Versos al Aire Libre, en la que también se encuentran poetas como Rafael Guillén, Ladrón de Guevara o Francisco Izquierdo, Gallardo escribió en sus 83 años más de sesenta libros entre poemas y novelas. En una de sus últimas publicaciones, Memorias en voz baja, plasmaba sus recuerdos a su tierra, propició precisamente el reencuentro con su ciudad. "Yo quería que este libro fuera como un certificado de procedencia granadina. Pretendo que las personas sepan que soy granadino por los cuatro costados", reivindicó hace tan sólo cuatro años en una entrevista a este diario.
Aunque Gallardo se marchó de Granada hace 51 años, nunca ocultó una profunda nostalgia de sus calles, amigos y bares. "Siempre que regreso aquí creo que es la última vez. Pero siempre regreso. Huí de aquí, de Granada; huí de allí, de Argentina, y huí de cualquier parte en la que me encontrase. Pero mis raíces siguen siendo granadinas, aunque ya también tengo algo de argentino. Yo considero que sigo estando a caballo en la línea del Ecuador entre Granada y no Latinoamérica, sino algún lugar que tengo en la mente", decía a menudo.
En la vida de Gallardo no han faltado anécdotas personales de todos los colores. A su llegada a Argentina, un grupo de poetas le tomó por franquista y trató de hacerle el vacío como escritor, lo que le obligó a leer en público sus poemas, que pronto todo el mundo tildó de "revolucionarios".
Partícipe en multitud de antologías de poesía en lengua española, Gallardo ha sido distinguido con numerosos reconocimientos a su obra, entre los que destacan el Premio del Ayuntamiento de Valencia por su libro Derrame cerebral o los premios de la Feria del libro de Almería, Ciudad de Granada, González de Lama o Ciudad de Jaén.
Escritores de una y otra orilla manifestaron ayer su profunda tristeza ante la muerte de José Carlos Gallardo. Con él se marcha una voz valiente y adelantada a su tiempo que se enfrentó a la distancia con la cercanía de alguien que nunca quiso renunciar a su identidad; aunque sus estremecedoras palabras permanecerán inalterables con el paso del tiempo.
Hoy, 30 de marzo de 2009, me llega esta tremenda noticia. Como si hubiera venido en un barco del s. XIX y tardado meses el llegar con la luctuosa carta. Será dificil. Serán tristes los versos a partir de ahora. Serán en orfandad y seran.
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